El fin de lo que amas
De lo que suplicas que jamás acabe
Pero las realidades van mucho más allá de los deseos
Y los esfuerzos unilaterales cuestan
Amar con el alma y la vida misma agoniza
Se siente la partidura del mundo
Como el cisma de oriente
Las cruzadas sangrientas
La conquista y muerte de lo nativo
Y se queda una isla desierta
La agonía de lo vivido y no experimentado
Seguir sin objetivos
O la natural confianza de lo que se desea
Sobrevivencia misma que no se desea
Pero aún así, debe hacerse
¿Qué es el fin necesario a lo que no se quiere acabar?
Una partidura de lo que de ama.
K.