Escapa, y mordió tan fuerte para que alguien al final viniera a rescatarlo.
Estaba preso, con personas locas, que pecaban con su cuerpo, en una edad inocente.
Aguantar era su único sosiego, y hablar por teléfono, con el mismo, fingiendo ser su amigo.
Noches de arroz a oscuras, y un dibujo que terminó en pedazos.
Consejos dados y no seguidos, de quien la muerte se aproximaba y no llegaba, pero siempre sufriendo con su llaga.
Una madre sin sentimientos que huyó con un cliente más, y los dejó a merced del sufrimiento.
Una hermana que era muy buena, alegre e inteligente, las lágrimas era su diario vivir y por ello no volvió al colegio.
Amigos que querían descubrir, lo que el ya conocía, excepto en un tormento donde era débil, y no tenía salida.
Saber que todo empezó con estar de pie y observar, querer salir y mirar como cierran las cortinas y duermen enganchadas de sus piernas.
El era un gato, que también debía huir.
BASADO EN MATEO SOLO DE EVELIO ROSERO DIAGO.
KEYLA GONZÁLEZ.