Perdiendo mi tiempo.

- ¿Y qué quieres que haga cuando me siento mal?
- No lo sé, deberías intentar estar bien.
- ¿Intentar estar bien?, ¿Acaso no ves que lo intento a cada rato?
- Pues no lo sé, es tu vida. Tu eres la que sabe cuando lo intenta.
- Sí, es mi vida.
- No te pongas así, mira el lado bueno, yo te escucho.
- Realmente eso no importa y el lado bueno no existe, solo es un conjunto de situaciones que se juntan cuando ríes. Y eso que me escuches, realmente no me ayuda; solo me hace perder el tiempo.
- ¿Te hago perder el tiempo?
-Sí, solo te hablo de mis sentimientos hoy y buscas soluciones cuando no las hay. Eso de dejar de sentirse mal no se pasa con intentarlo, solo se pasa cuando piensas sobre ello y actúas.
- Pues bien, allá tú, no te hago perder el tiempo.
- Adiós.
- Adiós.


He luchado por bastante tiempo ya sobre mis estados de ánimo, mis ganas de luchar en la vida y a pesar que los fracasos llegan constantemente para dejarme lecciones; hay días como hoy que solo quiero irme por ahí y perderme, pero no puedo, existen demasiadas obligaciones las cuales debo atravesar y a pesar de estar totalmente sola, al final del día me sentiré bien por ir a la cama.