¿Y si un día vuelvo a tener los mismos pensamientos de antes?
¿Y si vuelvo a llorar inconsolablemente y no salir de mi cama?
¿Y si un día sin más motivos que los que me atormentan vuelvo a querer irme?
Creo que ese día no habré retrocedido, no. Ese día en el que todo se me venga abajo de nuevo estaré peor que la primera vez que me pasó, porque mantuve todo en orden, en calma, sin darle demasiada importancia a todo y viviendo poco a poco. No habré retrocedido porque simplemente sé que sucede cuando no estoy así y antes no conocía, sé lo que me pasa, el camino que debo continuar y que todo se derrumba y se construye poco a poco.
Creo que lo que es más difícil es cuando todo se derrumba de nuevo y estás tratando de construir pero todo lo que sucede es que te caes, parece una casa con lodo húmedo cerca de un barranco.
Y definitivamente, mi casa ligera de podredumbre se ha caído, y el día al que temía llegó y estoy sumida en lodo, lágrimas y deseos incontables de querer acabar con todo.
¿Valdrá la pena ser fuerte cuando todo lo que te pasa te asfixia? Tal vez esto no lo recuerde en unos días.
KJ
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