jueves, 14 de febrero de 2019

Especies

Tal vez mi única motivación para escribir es cuando siento que me rindo y estoy tomando la decisión de abandonarlo todo. Me estoy destruyendo y realmente he agotado toda la felicidad que había sentido durante muchos días que se convirtieron en meses y realmente no me queda un motivo más por el cual sonreír. Estoy volviendo a las sonrisas falsas y el no querer hacer nada cuando realmente quiero hacer algo o debo hacerlo. Aunque sea, hay una ventaja de eso y esta es: ya no me pregunto qué me pasa, porque sé perfectamente que me pasa. Vuelvo al agujero profundo del que siempre trato de salir, pero este parece tener una gravedad más significativa de la que posee la felicidad.

Árboles y arbustos
filogenias perfectas
que no estás en los valles
y buscas la montañas.
Aves deslumbrantes
sin carotenos ni colores
que buscas sabores
de semillas vencidas.
¿Y qué tal una azucena
o un hongo vestido de novia?
donde busques especies
para generar nuevas ramas.
Y el pobre cladista clama
de la parsimonia o de Bayes
sin entender que todo falla
y la verdad solo se aproxima
como en todos los árboles posibles.


Lumus.

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