Habíale dedicado mucho tiempo a la lectura de libros que tenían misterios, códigos y que trataban de aventuras de la moral y las maravillas inverosímiles que se encuentran en la imaginación y mundos fantásticos, quería crear mi mundo, escribir mi propio libro, y me creía hábil en poesía, escribiendo, manifiestando algo, que llevase a las personas a imaginar cosas que nunca habían visto, pero no, terminé escribiendo algo tan común y tan irrealizable que de sólo leerlo me aburre, me cansa y me bloquea, no sé que escribir después de lo que llevo de ese libro, en mi mente era maravilloso, una aventura, algo que cambiaba la forma de pensar de alguien, que la hacía reír y ser alguien distinto, pero mi manera de narrar es tan patética que a nadie le gusta, nadie lo lee, y creo que no terminaré de escribir.
Tengo ideas que tratan de ser un camino, pero son cuerdas flojas y tablas podridas, así es mi libro, un mal puente que conduce al aburrimiento y al estante del olvido, sólo lo terminaré por una razón: Porque tuve el valor de empezarlo, y así me lleve otro año o cien años más, lo que empiezas debes terminarlo, por muy malo que lo creas.
He recogido todos mis poemas en un libro y terminaré el que tanto me desanima, y creo que serán todos los libros que haga por este tramo de vida.
KEYLA GONZÁLEZ
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