domingo, 30 de agosto de 2020

Verdades sobre mí

 Aquí le hablo a mi pantalla, a la nada y sé que jamás será leído por alguien. En sí me decepciona un poco que esto no sea leído y también me hace sentir más vacía que de costumbre, pero le pierdo la importancia después de ver y sentir todo el dolor que tengo. Jamás he sido leída por una cantidad de personas significante y ya en este punto de mi vida, dudo que alguna vez alguien me vuelva a leer o decirme algo lindo acerca de lo que escribo. Mi profesión no es ser escritora, ni mucho menos dado los errores en mi escritura que aún se conservan y no se erradican. En fin, no buscaré esconder mis sentimientos ni mi situación en mis palabras, son tan nulas para los otros, que así estén en internet y públicas, se pueden conservar como privadas y no tendré preguntas de nadie o consejos que no quiero recibir. 

Tengo 21 años. Soy mujer. Soy una persona altamente sensible. Tengo sobrepeso, muchísimo sobrepeso. He subido 15 kilos el último año y medio por depresión, creo, o estupidez total por un comentario misógino de un ginecólogo de mierda: Me dijo que me daría cáncer y que era mi culpa, que estaba super gorda, que me debería ver en un espejo. En ese momento quise llorar y no lloré. Estuve en shock por semanas hasta que le conté a mis amigas, me alentaron y me dijeron que cambiara mis hábitos de comer. Resonaba en mi cabeza: Es tu culpa. Cuando le conté a mi mamá todo fue mucho peor, se asustó y se culpó a ella misma por no poner límites en mí al comer. Seguía resonando en mi cabeza: Es tu culpa. Mi culpa, no tengo límites. 

Las personas piensan que me paso todo el día comiendo y que como demasiado dulce, cosas fritas, chocolate y harinas. En sí solo la mitad es verdad: Como demasiado mal, pero no me la paso todo el día comiendo. Y la razón de comer mal, y sé que en parte me excuso, es que nunca aprendí a comer vegetales ni a horas, ni balanceado. En mi casa se comía lo que hubiera y te tenías que comer todo. Creo que no es culpa de mi mamá por sus "No tengo límites", creo que es culpa de la situación de pobreza el comer lo más delicioso o todo porque quién sabe cuándo falte la comida. También creo que es porque amo el dulce, hasta creo que soy adicta a el porque me da ansiedad no comer algo dulce, pero no me como kilos y kilos como las personas piensan, solo algo diario, sé que está mal, lo sé. Y en cuanto a los fritos, la facilidad y rapidez de hacerlo es tan asombrosa, que realmente era preferible no perder tanto el tiempo con otras cosas que no fuese estudiar. Mi punto en describir esto es: Normalmente como mal porque nunca he tenido hábitos de comer bien, pero ese comer mal se intensifica cuando me siento mal y estoy triste, nada me importa, comer lo más malo que haya me vale mierda porque de todas formas soy una basura andante. Y los pensamientos se repiten y se repiten en mi cabeza, a la hora de comer, de comprar comida y después cuando duermo. Después hay días en los que no como, no me importa nada. Y después vuelvo a comer mal. 

Y entonces, ¿Por qué no sigo las dietas estrictas que me han mandado las nutricionistas desde la primera vez que fui? Simplemente porque cortan todo de raíz, me genera ansiedad no comer dulce, no me alcanza el dinero para comprar de tal forma que recomiendan. Y es aquí cuando pienso: los nutricionistas son para personas con dinero que pueden comprar en su canasta básica todo tipo de alimentos con especificaciones que recomiendan. 

Y así sigo, gorda, cada vez más gorda. Más traumada. Mi familia gordofóbica me hace sentir como una mierda. "Estoy gorda, como más, les quito la comida, debería ser más fuerte porque soy más grande, lo único bonito que tengo es mi cara, mi cara ya se ve más ancha, eres gorda pero proporcional y no así como las otras personas gordas que se ven horribles". Y me molestan sus comentarios, me enojo y se burlan de mí porque si dicen algo de mi peso, ya me enojo. "No debería enojarse por eso, solo son consejos de salud, para que se vea más bonita, ella es bonita, pero solo le falta adelgazar". 

Ahora estoy un poco más rota, me duele todo más fuerte y más profundo. Lloro por todo, escribir que lloro ya me hace llorar, estoy llorando. No sé que será de mi vida, los períodos de felicidad duran cada vez menos, la tristeza me genera desesperación y me hace querer no hacer nada. Solo quiero dormir y no hacer nada. Nada de lo que haga será algo bueno. Los éxitos por los que he luchado tanto son insignificantes. No vale la pena levantarse y hacer algo. Me quiero ir y no hacer nada. Me asusta la muerte y que el querer suicidarme esté en mi pensamiento, no quiero llegar a eso, me estoy acercando a eso. Solo lloro. Saldré de esto, lucharé con esto. Me ahogo en lágrimas. Quiero ser feliz conmigo misma. 

No sé que será el futuro, no sé si mis puntos de vistas y como cuento mi historia sea correcto. Ya está demasiado distorsionada con pensamientos negativos. Mi psicóloga me dijo: "Debes ver los dos lados, no todo lo malo". Yo no puedo hacerlo, es difícil, todo en mí empeora. No tengo amigos con los que pueda sentir una confianza total. Estoy sola. Lucharé sola. El futuro es incierto y estoy luchando contra mí misma. Tengo demasiadas actividades que hacer, pero lucharé conmigo misma. Espero vencer. 

Mis palabras más sinceras, en mi más abierto y enredado corazón, sentimientos y pensamientos. 

Keyla. 


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