Rodeada de la inmensidad que me rodea
No quiero hacer nada
Y sin embargo, sigo haciendo lo que me toca
No tomo mi libreta porque después no me entiendo
Y sigo escribiendo aquí
Este es mi lugar seguro
Siempre lo será, supongo
Soy un Pringle blanco y sin razón de existir
Era la imitación de alguien real
Me convertí en alguien que odio
Y no sé cómo deshacerme de ello sin morir
Debo morir para arrancarla de mí
Extraño a esa niña que se emocionaba por un laboratorio y era obediente
Extraño a esa gorda patética de las que se reían en la calle
Ahora sigo siendo enorme, pero estoy destruida
Y acepto las palabras de quién me maneja a su antojo
Yo, ya no sé cómo intentarlo otra vez .
K.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario